La nisina, el vinagre en polvo y la dextrosa cultivada son posibles conservantes naturales que pueden utilizarse para mejorar la seguridad y la vida útil de los productos cárnicos listos para el consumo. Combinando racionalmente estos conservantes y combinándolos con otras tecnologías de conservación, se puede controlar eficazmente el crecimiento microbiano y satisfacer la demanda de los consumidores de alimentos naturales y seguros.